Cosas de hombres... El Hueco

Es una pena que no hubieran podido llegar a nuestra cita del pasado Lunes, Gabriel y yo sin embargo terminamos caminando entre ventorrillos y gente en medio de las calles inundadas de color, la intención era hacer una reflexión con respecto a los sentidos en medio de un estimulo constante, a veces positivo a veces negativo, pero en ningún caso desapercibido en este palpitante sector de la ciudad, intentamos hacer un poco el flâneur, caminando entre maniquís talla 40 DD, que anuncian los radicales cambios de estética a los que nos hemos visto sometidos por culpa de la cirugía estética.

Con la intención de evadir los vehículos, fuimos como topos descubriendo los túneles del mercado especializado que se abren paso entre comercios atestados de productos casi siempre chinos, coloridos estantes de todo tipo de productos. Casi sin darnos cuenta en pocos minutos habíamos llegado muy cerca del Palacio Nacional y como si de un relato de hace 100 años se tratara nos sentamos en una heladería a pocas calles de la Plaza de Cisneros a ver pasar gente y conversar.

Esta vez fue en un segundo piso de uno de los nuevos centros comerciales del sector, de los cuales se dice que son en su mayoría proyectos desarrollados por familias de oriente, gente de Marinilla, es lo que se suele escuchar. Vimos las filas de taxis esperando a sacar a los compradores a sus barrios de origen con sus bolsas de compras, también vimos de amarillo las nuevas letras del viejo Exito, que ha cambiado su nombre para estar más cerca de sus clientes, vimos estantes de fruta multicolores, carros, gente y buses con poca gente. Hablamos de Carabobo y su peatonalización y nos preguntamos entonces, será posible que peatonalicemos todo el centro de la ciudad?